martes, 21 de septiembre de 2010

LEYENDA DE LOS DIOSES EGIPCIOS


Cuenta la leyenda, que la joven y bella diosa del cielo, Nut, esposa de Ra, se enamoró de Geb, dios de la tierra. Cuando Ra se entera de la infidelidad y al escuchar las profecías de un adivino, quien le había asegurado que el niño nacido de esa infidelidad gobernaría la humanidad. Ra no iría a permitir algo semejante, por lo que arrojó una maldición sobre Nut para prohibirle que tenga un niño con Geb en el término de un año de 360 días, ni de día ni de noche. Nut, desesperada, corrió a pedirle ayuda a su otro amante Thot dios de la sabiduria. Quien sabía que un mandato del jefe de todos los dioses no podía desobedecerse, pero tramó un plan para ayudar a Nut. Thot se reunió con Jonsu (La luna), con la excusa de jugar a las cartas. Ambos apostaron fuertemente, pero Jonsu apostó un poco de su luz. La decimoséptima parte de sus iluminaciones, y las perdió, con la que Thot compuso cinco días (días epagómenos) que añadió al año egipcio de 360 días. Nut, mediante ese ardid y sin desobedecer a su padre, pudo tener a sus hijos durante esos días.
El primer día tuvo a Osiris, el segundo, a Horus, el tercero a Set, el cuarto a Isis y el quinto a Neftis.
Cuenta la leyenda que cuando nació Osiris, se escuchó una voz que desde el cielo proclamaba: ¡Ha nacido el señor de toda la tierra!
Con el tiempo Osiris se casó con su hermana Isis, a quien amaba desde el vientre de su madre.
Seth se casó con Neftis, pues al ser un dios sólo una diosa podía ser su esposa.
Osiris, reinaba en el antiguo Egipto con paz, armonía y sabiduría.
El Nilo fertilizaba la tierra y las cosechas eran abundantes. Sus súbditos eran felices. Un día, Osiris salió de viaje para conocer otras civilizaciones y dejó el reino bajo el mando de su esposa Isis. Seth, su envidioso hermano, se sintió humillado pues creía que él debería gobernar y no Isis.
Cuando el dios Osiris volvió, Seth quiso hacer una gran fiesta de bienvenida y lanzó un desafío a los invitados: aquél que entrase en el cofre que Seth había traído, éste se lo regalaba como prueba de fidelidad y respeto. Muchos intentaron pero el cofre resultaba pequeño o grande.
Osiris, curioso, quiso probar y le encajó perfectamente bien. Seth sabía el tamaño del hermano y era por esto que el cofre le había servido como un guante. Inmediatamente el hermano, junto con 72 cómplices, cerraron la caja de metal herméticamente y la arrojaron al Nilo.
Isis, con amor y confianza, empezó su travesía para recuperar el cuerpo de su esposo. Después de largas y penosas caminatas por Egipto, la diosa encuentra el cofre con los restos de Osiris. Pero el drama continúa cuando Seth, en su maldad sin fin, robó el cadáver y lo cortó en catorce pedazos que, nuevamente, esparció por todo el reino.
Isis no se rinde y, en compañía de su hermana Neftis, la esposa de Seth, recorre cada lugar del reino. Finalmente consiguen encontrar todos los pedazos con excepción del pene. Sin embargo, Isis reconstruyó a Osiris ayudada por Anubis y Neftis, e impregnada de él concibió a Horus también llamado "Harpócrates", y lo dejó al cuidado de Thot, dios de la sabiduría, que lo instruyó y crió hasta convertirse en un excepcional guerrero.



Al llegar a la mayoría de edad, ayudado por los Shemsu Hor "seguidores de Horus" luchó contra Seth para recuperar el trono de su padre, asesinado por Seth.
Seth quedó como el dios del Alto Egipto y Horus del Bajo Egipto.

Posteriormente Horus fue dios de todo Egipto, mientras que Seth era dios del desierto y de los pueblos extranjeros. Este mito representa la lucha entre la fertilidad del valle del Nilo (Osiris) y la aridez del desierto (Seth).

Anubis era hijo de Osiris y Neftis. Osiris, dejó embarazada a Neftis, la hermana de Isis, en vez de a su esposa. Sucedió por estar borracho, o porque Neftis se disfrazó de Isis, según otros textos. Seth decide asesinarlo al enterarse de su nacimiento, pero Neftis entregará el niño a Isis, la hermana y esposa de Osiris, quien lo protege y cría. Cuando Seth mata a Osiris, Anubis ayudará a Isis a resucitar al dios. Por esta razón Anubis era el encargado de embalsamar a los faraones, y guiarlos a la necrópolis


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Feliz Primavera y cariños a todos
Ana María
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El Gaucho Santillán dijo...
Muy buena reseña.
Perfectamente resumido.
Un abrazo.

2 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Muy buena reseña.

Perfectamente resumido.

Un abrazo.

La Gata Coqueta dijo...

Hola amiga; preciosa entrada como todas las que nos sabes acercarnos que siempre van dejando alguna reflexión.

Hoy ya he puesto el último detalle al que me has invitado hace unos días.

Deseo tengas un día a poder ser cargado de emociones positivas.

Un abrazo y una rosa del color de la amistad.

Marí